Sentados en un café frente al mar, esperamos nuestro pedido.
Miro absorta el vaivén de las olas, las algas que flotan, las gaviotas que sobrevuelan la costa.
Hay mas ruido del que quisiera, el fervor de la gente, sus ir y venir por las estrechas calles...
El día gris y brumoso, está ideal para caminar por la arena, con o sin zapatos...
Me miras, con cara de aburrimiento, inquieto, botas el asiento... Cuento hasta 10.
Te digo, paciencia ya comeremos, quédate en tu sitio...
Vuelvo la mirada al mar...
Al fondo, una serie de edificios blancos, modernos, espantosos.
Y llega la mesera, cheese cake de frambuesas, chocolate caliente y un irlandés.
Estás feliz y brindamos...