El mundo se cae a pedazos, se derrumba y nosotros nos enamoramos... Dicen en la película Casablanca... Una de mis películas favoritas.
Y es muy cierto en estos tiempos también. Hay sitios donde nada puede salvar a los niños de la crueldad, hambre y muerte. Tampoco hay cómo salvar a las mujeres a quienes han roto su voluntad y dignidad. El afán del hombre por dominar al otro, sin importar los costos, se impone por sobre el desear su bienestar.
Una hecatombe nuclear sigue amenazandonos con destruir todo el mundo, por el interés y ambición de unos pocos.
Es difícil encontrar amor y,  más aún, poesía.
Todo eso, sin embargo, se diluye y olvida cuando te pienso... Olvido la hostilidad y brutalidad de este mundo. Te leo y llenas de poesía mis días.
 Siempre he pensado que el amor es lo único rescatable de esta vida. Como el amor incondicional que siento por mi hijo... Sólo que ahora eso tiene otro valor, más fuerza y convicción, porque te amo... Y es mutuo, creemos en esta relación que estamos forjando, en nosotros y nos aferramos a esto con uñas y dientes...
El mundo puede caerse a pedazos... Nosotros seguiremos amándonos...