domingo, 24 de septiembre de 2017

Divagaciones y reflexiones post encuentro


Besos apasionados en el vagón del metro. Antes de despedirnos, antes de que la distancia y las semanas nos aparten. Llegamos a la estación, nos damos los últimos besos y luego te bajas presuroso, en busca del bus que te llevará a casa. Te sigo con la mirada, hasta que subes las escaleras, nos miramos, un ademán de adiós y el tren parte.
Se desocupa un asiento, me instalo ahí y pienso “me gustaría que se quedara más tiempo conmigo o, mejor aún, que nunca más tuviesemos que separarnos .”
Apoyo mi cabeza en la ventanilla del tren, el vidrio se empaña por la respiración fuerte al sonreir tras recordar tu picardía, tus manos intrusas y adorables, tus miradas, las caricias, la intimidad entre los dos.
Te imagino sentado ya en el bus, camino a casa, probablemente durmiendo. Agotado de amarnos, deleitarnos, gozar, exprimirnos, poseernos, encantarnos, saborearnos...
Me he quedado pensando también, en porque te amo. Tu me respondiste de forma elocuente y maravillosa, con razones que comparto absolutamente.
Yo te amo porque eres un hombre en todos los sentidos, seguro de ti mismo, muy varonil, protector, posesivo, caliente, tierno, simpático, inteligente, talentoso. Me siento segura contigo, que pase lo que pase harías todo lo que esté a tu alcance para que podamos vivir bien los tres, disfrutar de la vida. Contigo puedo imaginar un futuro, por ejemplo, como sería nuestra casa con talleres para tus trabajos y el mío, o tener un hijo/a, casarnos, compartir el día a día, las tareas rutinarias, las complicidades que se irán dando entre nosotros... Y a la conclusión que llego es... Que contigo yo lo quiero todo...

4 comentarios:

El Editor Jefe dijo...

¿Dónde firmo?... =)

El Editor Jefe dijo...

Amor... en ninguna parte dice rico o en su defecto buenmozo, siento mi autopercepción ligeramente dañana eh? =P

Amalia dijo...

😒 😒 😒

El Editor Jefe dijo...

uuuyyyy