-Hola! ¿Cómo estás? Que lindo te ves! - El niño toma la mano de la doctora y camina por los pasillos del hospital.
-Hay unas doctoras que quieren conocerte.-
Él las saluda tímidamente.
-Mamá, papá díganme como ha estado el pequeño?-
Mamá piensa "Por donde comienzo"...
-El ha cambiado su conducta, pelea con sus compañeros, está más obsesivo, se frustra más rápidamente... -
-Porqué cree que pasó todo esto?-
-Su mundo cambió, ya no tiene abuelas, sus padres están separados, el padre desapareció por un tiempo, sus rutinas son las mismas sólo que la figura cambió, antes era su papá ahora soy yo... -
El padre interviene, - yo antes estaba a cargo de él ahora yo no sé si sigue con las rutinas, no sé si le dará almuerzo o si lo cuida de veras... Además, el pequeño habla de su madre, del nuevo pololo y creo que eso también le afectó.-
-La doctora hace una pausa, quizá esa interacción fue muy prematura... Muchos cambios radicales en un corto plazo... -
-Dibuja una familia-, le dice la doctora. El niño mira para otro lado, se resiste... Luego, dibuja un girasol, sin rostro, remarca los contornos.
Ella pregunta -  porque dibujaste al girasol solito? No tiene mamá ni papá? -
El responde - El podía estar triste... -
El podía estar triste... Y cómo no iba a estarlo, todo a lo que él estaba habituado se derrumbó, todo ha cambiado y debe acostumbrarse a esta nueva vida... Y los cambios, para un ser tan pequeño, son dolorosos...
-Tome, empezará con psicoterapia, para que puedan ayudarlo en este proceso, necesita mucho apoyo... en marzo volveremos a reunirnos para ver como sigue antes de que entre a su nueva escuela...

Open arms

El miedo

Me he quedado pensando en lo paralizante y nocivo que puede llegar a ser el miedo.

Es cierto que sin miedo podríamos llegar a correr riesgos innecesarios y en ese sentido puede  ser nuestro aliado pero no debemos darle el poder de decidir por uno mismo.

Cuando se admite que tienes miedo, se produce a la vez una reacción en la boca del estómago, ansiedad y, como consecuencia, evitamos lo que tememos.

De todos los tipos de miedos existentes, hay uno que considero es el más peligroso y difícil de arrancar, los subjetivos, que son creados por una narración propia de las cosas, por ejemplo, el miedo a fracasar o a las posibles consecuencias. También el llegar a creer que el control de nuestra vida no está en nuestras manos, llegando al punto de rendirnos sin siquiera luchar. Pero convivir con aquello que nos tiene temerosos y no encararlo trae consigo un sentimiento de impotencia que puede ser tan frustrante y devastador como el miedo mismo. 

Es difícil que el miedo desaparezca mientras lo sigamos albergando y alimentando. Puede crecer hasta absorbernos por completo, anulando nuestra voluntad. La única forma de librarse de él es enfrentarlo. Aunque la cobardía se haga presente y nos susurre al oído que no lo hagamos porque puede ser doloroso. 

Activa o pasiva esa es la cuestión

Se que al iniciar una relación uno va conociendo los gustos y preferencias de la pareja en todo ámbito, incluido el sexual.
Y en el caso de la vida sexual hay un descubrirse constante: zonas erogenas, posiciones, disposición a experimentar.
Yo tengo claro que en la relación que estamos iniciando, ambos disfrutamos mucho al hacer el amor, por las reacciones de los dos, la satisfacción que se refleja en nuestros rostros al terminar el encuentro. En mi caso, se suma una serie de gemidos que deben escandalizar a varios vecinos a la redonda. También sé que él ha vivido experiencias junto a mi que nunca antes tuvo.
Sin embargo, él se queja de tener que tomar la iniciativa todo el rato, dice que le gusta mi cuerpo que le encanta el sexo conmigo pero me encuentra floja. Que quisiera que me mueva más, porque termina cansado y porque quiere reciprocidad. Empeño de ambos.
Inevitablemente se me viene a la mente todo lo que me ha dicho sobre su ex, la deportista, la activa, pasional y con mucha iniciativa. Se que es un ejercicio mental tóxico, porque compararse con alguien que ya es pasado y para él no es más que un pésimo recuerdo es inútil, pero al mismo tiempo, creo, su única referencia. Y para peor me pongo a pensar en mi desempeño en el pasado y hago repasos mentales para ver si alguna vez alguien me dijo o insinuó  algo semejante... Y encuentro horroroso caer en eso, pero al mismo tiempo inevitable.
Es realmente un problema que yo sea más pasiva que su experiencia anterior?
Debería juzgarse algo así al apenas llevar 4 meses de relación?
Dónde queda el aprendizaje mutuo? Porque también hay un aprendizaje, reconocer que puede ir cambiando, al buscar y explorar nuevas formas de satisfacerse mutuamente. Como la afirmación de que mientras más sexo tienes mejor te vas volviendo.
Debería sentir que es un problema? O más bien cómo me saco de la cabeza que esto es un problema?
Y como yo no puedo disimular cuando algo me molesta, al notarlo dijo que no lo dirá más y que en realidad disfruta mucho conmigo... pero ya sé que lo piensa...

That I would be good

New sensation

Hoy me tocó costurear, un improvisado disfraz de hormiga.
Una polera negra, en estado penoso, fue sacrificada para ese fin.
Enhebrar la aguja, dar puntada tras puntada, hasta darle la forma deseada. Mientras, de fondo, suena un especial de INXS en la radio.
A ratos miro por la ventana, observo las flores y al destinatario del disfraz jugando a regar las plantas.
También reviso el celular, por si hay noticias desde el sur... Lo imagino en la ruta, andando raudo en su bicicleta. Le envío un mensaje y sonrío.
Sigo en mis labores. Relleno las formas recién cosidas, remato con unas puntadas los extremos.
¿Cómo unir las patas sin que sea tan notorio y que de paso resista los tirones y jugarretas?
Vuelvo al celular... Un mensaje... Ha pensado en mi también... Pero no recibió mis mensajes al parecer...
Finalmente logro terminar... Sólo faltan las antenas y estamos.

Strangelove

Quién hubiese imaginado esta suerte de encontrarnos? O, más bien, reencontrarnos?
Si alguien me hubiese dicho que ocurriría esto una década atrás, no lo habría creído...  Y menos aún que el avance sería a velocidad meteórica.
Ayer se cumplió exactamente cuatro meses desde que nos volvimos a ver, cuando nos explotó en la cara el deseo y amor que habíamos guardado.
Y lo mejor de todo, es que este reencuentro y lo experimentado hasta ahora, es apenas un vistazo de lo que será nuestra vida juntos...
Ante ese escenario... Cómo no estar ansiosa y anhelante?

Intento pasar la página de mis capítulos tristes.
Sólo que, en ocasiones, los recuerdos y fantasmas que uno cree ha dejado atrás, me entumecen las manos.
A veces se comportan amigables y crees que es posible tener una relación llevadera. Pero otras, tratan de dejarte por el suelo, ojalá bien embarrado y en condiciones penosas.
Y me pregunto, cuánto más tendré que soportar tal grado de bipolaridad?
Cuando una relación termina, si no hay una acuerdo mutuo, la parte dejada experimenta dolor, rabia, rencor, un ataque directo a su autoestima. Y si su ego es alto, aún peor... Cómo es posible que me deje si soy tan bueno?
Pues entérate, si te han dejado es porque no era así para esa persona.
Dicen que el tiempo va calmando los ánimos y sanando heridas...
Yo estoy lamiendo las mías con la confianza de que un día ya no duelan ni vuelvan a abrirse.

Tu vendrás a juntar mis días

Sexo

Tu sexo

Busco tu sexo
En la oscuridad

Tu pene en mi mano
Se alborota y yergue
Se hincha y endurece

Me encanta
Mis dedos apretan
Suben y bajan
Buscan tu excitación

Mis manos pequeñas
Mis dedos delgados
Logran agitarte

Tu pene se vuelve de fierro
Expulsa fluidos
Que mi lengua se apresura
En recibir

Mi boca se abre
Tu sexo entra
Y comienza una danza
De lengua recorriendo
Desde la base al glande
Danza de carnes palpitantes
Deseosas
Generosas

Te amo y adoro
Y el acto de devorarte
Es una forma
De demostrar
Mi entrega total

I feel you

Una relación a distancia podría definirse como la época en que el corazón se nos va al estómago. Le extrañas tanto que puedes o comer a destajo para llenar el vacío o volverte inapetente. Te llama y tu estómago reacciona inmediatamente con mariposas que revolotean en tu interior.
Además, todos estos efectos se exacerban durante el primer año, que también es la prueba de fuego. Se prueba la constancia, paciencia y resistencia, pero nunca te “acostumbras” a la ausencia.
Sin embargo, la pregunta de rigor es, ¿qué hacer con tanta soledad? Porque esta soledad es muy diferente a aquella que se experimenta cuando terminas una relación, ya que tienes la certeza de que del otro lado del celular hay alguien que espera con ansias escucharte y viceversa.
Aunque la tecnología y redes sociales ayudan a crear una ilusión de cercanía está claro que los emojis nunca serán suficientes para decirle te extraño, y que las conversaciones por facetime jamás podrán reemplazar el mirarse a los ojos cuando nos encontramos.
Y mientras siento que esas dos horas que nos distancian son enormes, todo este tiempo a solas conmigo misma me ayuda a entender que la relación sigue siendo un tú + yo, un nosotros, apesar de estar separados...