jueves, 21 de septiembre de 2017



Amor y dolor riman perfecto... Y en ocasiones van de la mano.
El amor es una "acción" y el dolor es una "consecuencia".
Cuando se va el amor viene el dolor.
El amor se lo vive mientras se lo tiene. Y es hermoso, arrebatador y poderoso.
Entonces pienso en el dolor que se siente al ver partir a la persona que amas.
Cuando uno dice "te extraño", lo que se extraña es cómo se sentía nuestra alma cuando tenías a esa persona al lado. Su cercanía.
Y ahí aparecen otras palabras que riman con amor... Por ejemplo, con "calor", ese calor que sientes en el corazón al estar enamorado o el calor de su piel al estar abrazados o al hacer el amor; la otra palabra es "temblor", una sensación que recorre el alma cuando se ve al ser amado, un estremecimiento por su proximidad y el temblor en el clímax...
Lo cierto es que ahora te extraño, tenerte cerca, sentir tu piel, besarnos, amarnos, lo que provoca un dolor, con matices dulces, porque junto con ese extrañar se recuerda... La distancia es un muro invisible que nos separa por ahora...
Ahí se pone a prueba la paciencia, recordar que hay procesos y acciones que no podemos apresurar, que este tiempo y distancia son necesarios para ordenarse y preparar nuestro camino juntos.

1 comentario:

El Editor Jefe dijo...

Muy buen texto, muy certero. En las dos últimas líneas otra gran verdad, el tiempo es requisito para armar esto con la firmeza de los lazos reales, concretos y comprometidos, tan sólo por eso ya te amo intensamente... =)