martes, 12 de diciembre de 2017
Ayer tomé el bus, alejándome de ti.
Y hoy ha amanecido nublado. Hace frío y el gris invade cada
rincón.
Creo que este día es perfecto para mi estado de nostalgia y
constante suspirar.
Cuando estoy contigo las horas pasan inmisericordes... por
eso aprovecho al máximo cada minuto en hacer el amor, aunque eso nos deje en
condiciones un tanto lamentables.
El día esta gris, el frío se cuela por las mal aisladas
paredes de mi habitación.
Me arropo lo mejor posible entre las frazadas de mi cama, en
eso se asoma mi pequeño y corre a cobijarse conmigo.
Lo abrazo y, si bien adoro hacerlo, en esta ocasión quisiera
que fueras tu a quien estrecho entre mis brazos, que tu fueses el que se
acomoda sobre mi pecho y descansa, mientras una luz tenue y fría se cuela por
la ventana.
A ti, maldito ladrón
Malnacido que te apareciste por detrás, sigiloso como un asqueroso animal rastrero, de esos que causan nauseas sólo con verlos...
Creo que los de tu calaña están en la tierra sólo consumiendo oxígeno... viviendo a expensas de los que se rompen el lomo trabajando para subsistir...
Una vez alguien me dijo que las cárceles debían ser incendiadas con todos dentro... porque cada tipo encerrado estaba ya corrompido en sus valores, que jamás volverían a encausar su camino...
No soy tan radical, pero admito que cuando aparecen tipejos como tu mi instinto asesino aparece y quisiera que todos los de tu especie dejasen de respirar el valioso aire que lamentablemente compartimos.
Seguiré con mi rutina de bicicleta, pero esta vez atenta a cada personaje y vehículo que transite... Es la lección que me has dejado...
Las maldiciones seguirán siendo proclamadas por mi boca, con la esperanza de que alguna te alcance y te jodas lenta y dolorosamente...
Cuando se extraña...
- Te amo, sólo pienso en ti todo el tiempo...
- Para mi pensarte es un acto necesario, irrefrenable y un tanto doloroso... y lo hago cada día. Aunque siendo sincera, lo que más quisiera es hacerte el amor cada día... porque es necesario, hacerlo de forma irrefrenable y a veces un tanto doloroso...
viernes, 1 de diciembre de 2017
Tengo ganas
Tengo ganas de pasear por la orilla del mar
que mis pies se llenen de la dorada arena
y queden mis huellas en ella al pasar
Que en mis rodillas las olas rompan
y yo estoicamente resistir sus embates
que ellas no puedan derribarme
Observar a lo lejos
a las frágiles y pequeñas barcas
a punto de ser tragadas por las revueltas aguas
Ver a las gaviotas alimentarse
con las sobras que la gente
arroja en la playa sin inmutarse
Que mi mirada se pierda en el horizonte distante
y olvidar todo aquello que me atormenta
aunque sea un instante...
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