viernes, 16 de marzo de 2018

Cartas de amor VI: Sigmund Freud


"No apetezco sino lo que tú ambicionas para ambos porque me doy cuenta de la insignificancia de otros deseos comparados con el hecho de que seas mía. Estoy adormilado y muy triste al pensar que tengo que conformarme con escribirte en vez de besar tus dulces labios".

Traeme la noche


jueves, 15 de marzo de 2018

La noche



La noche me cubre 

Mientras la nostalgia y la alegría 

se pelean protagonismo


Voy enumerandote 

y sin darme cuenta 

me duermo. 


Entonces te sueño, 

Por ahora, el único medio 

que me lleva a ti. 


Separados por el destino y lo inevitable, 

la luna se entristece, 

pero se que una de estas noches 

volverá a cubrirnos cálidamente… 

porque no olvido nuestras palabras, 

que aunque estemos lejos 

y nuestros cuerpos no esten juntos 

nuestra luz nos seguirá alcanzando. 


Nada nos impide amarnos, 

Ni siquiera la distancia 

Porque tú estas siempre en mi camino. 


Mira la noche, mira las estrellas, 

Búscame en ellas cuando me necesites, Que yo también estaré pensando en ti, visítame cuando quieras, 

yo te estaré esperando, 

Porque lo mismo hago 

cuando cae la noche. 


Mi pensamiento y mi amor 

de ti nunca se apartan, 

la noche es nuestra, no lo olvides, 

es el sitio donde nuestras esencias 

se contemplan y se acompañan


Nos pertenecemos, es verdad, 

Y la distancia es momentánea 

pero aún así quisiera 

a toda costa 

tenerte aquí.
"Tengo que decirte algo, tengo que decírtelo ahora, te quiero, me he enamorado de ti. Y creo que el mundo es un poco menos malo porque existes, siento que quiero pasar contigo... compartir el resto de mi vida y todo eso, las palpitaciones, los nervios, el sufrimiento, la felicidad y el miedo..." (Película Vida sin mi)

Entre caníbales



In my bed


Estoy sola.
En la cama.
Recuerdo a mi amor, sus manos, su cuerpo,
Nuestros encuentros.
Lo imagino de nuevo sobre mi, siento su peso,
Y me excita.
Mi vulva se abre y siento cómo se introduce su miembro fantasma,
lentamente.
Recuerdo sus caricias, mi cuerpo se estremece,
Mis pezones se erizan.
Mi respiración se acelera, mi vagina se humedece, mi cuerpo tiembla,
lenta, dulcemente.
Mi cabello cae y se desparrama como una cascada negra sensual, mis ojos cerrados
se elevan.
Mi lengua se asoma tímida entre mis labios entreabiertos.
Imagino que él me está poseyendo con fuerza y pasión desbordante
emito pequeños gemidos.
Siento cómo la excitación me penetra hondamente.
Espasmos retuercen mi cuerpo, el placer me inunda por oleadas,
cada vez más intensas.
Hasta alcanzar el clímax.
Entonces el relajo y el cuerpo satisfecho. Una sensacion de bienestar
 recorre todo mi cuerpo, y casi puedo verlo junto a mi
abrazándome con sus brazos invisibles.
Amándome
Aunque sólo sea en mi imaginación, así lo recuerdo.
En la cama.
Sola.