Hay amores que permanecen en el tiempo. Congelados, en estado de hibernación. No mueren, siguen palpitantes y respiran a través de una melodía, textos, recuerdos, imágenes o la posibilidad de haber vivido una relación que nunca se concretó… Y cuando uno ha empezado a aceptar que se ha perdido, retorna. He llegado a la conclusión de que esto ocurre cuando a un amor se le ha dado una sepultura de tercera.
Al reaparecer en tu vida, es imposible no vivir la angustia de "¿Qué hago ahora?".
Cuando a mí me pasó, tuve que tomarme un tiempo. Al verlo aparecer en redes sociales, me dio un vuelco el corazón y me puse a recordar qué había fallado la primera vez, las circunstancias externas o del vínculo, cosas que uno tiende a olvidar con los años… Situaciones que podrían repetirse o haberse mantenido en el tiempo.
Las primeras preguntas que surgieron a raíz de su aparición fueron ¿Cuál es su motivación? ¿Por qué vuelve ahora e intenta un acercamiento? ¿Sigue emparejado? ¿Vale la pena abrirle nuevamente el corazón a una persona que, con sus actos, me causó sufrimiento y viceversa?
Como la situación al terminar no quedó aclarada ni se le dio un término, me quedé con ganas de saber el porqué de todo lo sucedido. Había guardado ciento rencor y remordimiento, este era un buen momento para dejar de estar aferrada al pasado y poner fin a ese estado de melancolía permanente.
Pero, como dicen, me salió “el tiro por la culata”. Al verlo, todos aquellos sentimientos que alguna vez había albergado en el corazón parecieron revivir. Y a él le pasó lo mismo. Era cosa de observarnos: la forma de mirarnos, la cercanía, la conversación, fue como si el tiempo no hubiese pasado, en términos de familiaridad… porque la verdad había pasado una década.
Un amor después de un amor… como dice la canción… Uno fulminante y arrebatador… Intenso y apasionado…
Una vez despejadas las dudas y a pesar de llevar poco tiempo, tengo certeza de que la decisión de aceptar su regreso y verle, ha sido la mejor.
No puedo imaginar mi vida ya sin él , menos vivir sin su amor… Sólo queda superar el sentimiento de haber perdido el tiempo con las personas equivocadas… Esa sensación de que siempre deberíamos haber estado juntos…
Porque ahora se ha cumplido.
Al reaparecer en tu vida, es imposible no vivir la angustia de "¿Qué hago ahora?".
Cuando a mí me pasó, tuve que tomarme un tiempo. Al verlo aparecer en redes sociales, me dio un vuelco el corazón y me puse a recordar qué había fallado la primera vez, las circunstancias externas o del vínculo, cosas que uno tiende a olvidar con los años… Situaciones que podrían repetirse o haberse mantenido en el tiempo.
Las primeras preguntas que surgieron a raíz de su aparición fueron ¿Cuál es su motivación? ¿Por qué vuelve ahora e intenta un acercamiento? ¿Sigue emparejado? ¿Vale la pena abrirle nuevamente el corazón a una persona que, con sus actos, me causó sufrimiento y viceversa?
Como la situación al terminar no quedó aclarada ni se le dio un término, me quedé con ganas de saber el porqué de todo lo sucedido. Había guardado ciento rencor y remordimiento, este era un buen momento para dejar de estar aferrada al pasado y poner fin a ese estado de melancolía permanente.
Pero, como dicen, me salió “el tiro por la culata”. Al verlo, todos aquellos sentimientos que alguna vez había albergado en el corazón parecieron revivir. Y a él le pasó lo mismo. Era cosa de observarnos: la forma de mirarnos, la cercanía, la conversación, fue como si el tiempo no hubiese pasado, en términos de familiaridad… porque la verdad había pasado una década.
Un amor después de un amor… como dice la canción… Uno fulminante y arrebatador… Intenso y apasionado…
Una vez despejadas las dudas y a pesar de llevar poco tiempo, tengo certeza de que la decisión de aceptar su regreso y verle, ha sido la mejor.
No puedo imaginar mi vida ya sin él , menos vivir sin su amor… Sólo queda superar el sentimiento de haber perdido el tiempo con las personas equivocadas… Esa sensación de que siempre deberíamos haber estado juntos…
Porque ahora se ha cumplido.
1 comentario:
¿Destino? no creo en él. Sin embargo es evidente que estábamos en una órbita de colisión más temprano que tarde... te amo Haylin...
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